
Por Juan Nuiry (*)
Con este título comienza un articulo que recientemente leí de la autoria de José Graziano da Silva, Director Regional de la FAO para América Latina y el Caribe quien se refería a la inaceptable cifra de mil millones de hambrientos que existe hoy en el mundo, señalando que “una de cada seis personas sufre hambre crónica y no sabe si logrará alimentarse adecuadamente cada día…las consecuencias son trágicas. Causa la muerte de un niño cada seis segundos. Y roba la posibilidad de una vida digna a millones de personas”.
No es ético quedarnos indiferentes ante este genocidio que muchos han denominado como ”guerra silenciosa”. Es por eso que considero oportuno brindar apoyo al estimado amigo Jacques Diouf, Director General de la FAO, quien el pasado 11 de mayo, una vez más lanzó un SOS al mundo, a través de la Campaña “Poner fin al hambre en el mundo”.
Como cubano y revolucionario, personalmente me uno al llamado de urgencia realizado por Jacques Diouf, que nos convoca a realizar esta Campaña Mundial… El, como ejemplo tiene un aval: haber luchado sin descanso desde que fue nombrado Director General de la FAO por la erradicación del hambre en el mundo. En su desempeño sugirió diferentes formas de cómo encarar el proceso, pero a pesar de su gran persistencia y tenacidad, queda aun el beneficio de la alerta y la movilización, acción que ha realizado con mucha fuerza, para demostrarnos la catástrofe que se avecinaba, si todos no le dábamos a tiempo la atención que se requería…
Ha vuelto a la carga el Director General y le asisten mil millones de sobradas razones para poner al mundo en estado de alerta.
Desde Cuba, quizás no nos percatamos las consecuencias de este terrible flagelo mundial. Aquí existe voluntad política y se lucha por lograr las soluciones que tanto necesitamos. La producción de alimentos, en momentos actuales de emergencia mundial, es asunto de seguridad nacional. Se buscan y se toman medidas permanentemente. Somos un país pobre, vivimos modestamente, padecemos escaseces y vivimos al día sorteando los efectos de la actual crisis económica y financiera internacional. El quehacer cotidiano nos refleja el duro impacto del bloqueo económico impuesto. Estamos llenos de dificultades. Trabajamos de conjunto con los países del ALBA, somos solidarios y recibimos también solidaridad. Buscamos la integración de nuestra región como camino seguro para el desarrollo y no vemos como un slogan, que un mundo mejor es posible.
Denunciar que globalmente se poseen los recursos naturales, financieros y científicos para hacer que el hambre en el mundo pase a la historia, no ha sido prioridad de los que ostentan el poder y el capital financiero. Ni mucho menos ha sido noticia de primera plana en los grandes medios. La inexistencia de voluntad política para la solución inmediata del hambre en el mundo, o cualquier otro hecho relacionado, constituyen temas que irritan a los más ricos del planeta, y tal actitud, obvia y no da la cara a posibles soluciones. Mientras tanto, esta indiferencia continúa lacerando lentamente la vida misma de millones de seres humanos que esperan apoyo y recursos para destinarlos a la agricultura y la alimentación, recibiendo en cambio solo bombas invisibles, que aceleran al explotar calladamente, cualquier presagio de guerra de exterminio de toda la humanidad.
Estoy seguro que muchos podrán pensar ¿pero que podremos resolver nosotros individualmente ante esta situación? A esto le sumo el escepticismo de otros ante la posibilidad de éxito de este tipo de Campañas. Algunos leerán el llamado, lo sentirán lejano y lo tomarán solamente como información adicional.
Personalmente rompo la inercia y opino que este Proyecto, que también se conoce como 1billonhungry, es una invalorable herramienta que nos invita a ponernos las pilas para contribuir a llamar la atención sobre esta terrible problemática mundial. Para los cubanos, es una oportunidad invalorable, es un acto de solidaridad y justicia, por eso invito a que no desvaloricemos su dimensión…
Aunque individualmente no podamos conseguir los recursos necesarios para revertir esta situación en el mundo, firmando la petición, dejamos claros a los que toman las decisiones políticas, que este tema debe ser prioridad uno en los destinos de un país.
Un millón de firmas pide este proyecto lanzado por FAO y apoyado por celebridades en el mundo. En distintos países, artistas, intelectuales, estudiantes, profesionales, deportistas, campesinos, gente del pueblo, se suman a esta cruzada de protesta, con profundo espíritu solidario.
Esperamos muy sinceramente que esta acción masiva, impulse y cree solidaridad en aquellos que aun no la tienen. Más que ganar esta contienda, se trata de que esos miles de niños de rostros famélicos que a veces muestran las fotos, puedan recuperar su derecho a la alimentación. Darle frente a esta situación es un modo imprescindible de preservar la paz y dar oportunidad a estos millones de personas, totalmente desconocidos y olvidados, a que salven su debilitada existencia.
Fidel Castro recientemente en una entrevista con periodistas venezolanos resaltaba el poder de la palabra. Estoy plenamente de acuerdo con el y con el impacto positivo de la movilización de los medios de comunicación en favor de la verdad.
El ha sido un previsor siempre. Lo fue cuando en 1996, en la FAO en Roma, durante la Cumbre Mundial de la Alimentación dijo: ” el hambre, inseparable compañera de los pobres, es hija de la desigual distribución de las riquezas y de las injusticias de este mundo”…sentenciando que: ” ¿Por qué se invierten 700 mil millones de dólares cada año en gastos militares y no se invierte una parte de estos recursos en combatir el hambre, impedir el deterioro de los suelos, la desertificación y deforestación de millones de hectáreas cada año, el calentamiento de la atmosfera, el efecto invernadero que incrementa ciclones, escasez o exceso de lluvias, la destrucción de la capa de ozono y otros fenómenos naturales que afectan la producción de alimentos y la vida del hombre sobre la tierra?
¿Dónde esta la ética, la justificación, el respeto por los derechos humanos más elementales, el sentido de estas políticas?
Fidel llamó a capítulo a toda la humanidad cuando dijo:”Las campañas que doblan hoy por los que mueren de hambre cada día, doblarán mañana por la humanidad entera si no quiso, no supo o no pudo ser suficientemente sabia para salvarse a si misma”……
Cada país debe hacer su parte. La comunidad internacional también deberá jugar su papel. Los niveles de recursos destinados a la agricultura y la alimentación en muchos países siguen siendo insuficientes y no hay visión política para comprender que aumentando y reafirmando políticas nacionales de seguridad alimentaria, leyes que promuevan el derecho a la alimentación, y otras, pueden ser medidas que los Estados deben impulsar para frenar esta espiral de pobreza y hambre, en que el mundo ha caído en los últimos años. Hay que avanzar y hacer letra viva las promesas incumplidas. La propia FAO ha reiterado que con las inyecciones de capital recibidas recientemente por los bancos en el mundo para sobrevivir a sus bancarrotas, se hubiera podido atacar de frente este inaceptable mal, que siempre queda postergado, en una eterna lista de espera, de parte de los que ostentan el poder y el capital financiero internacional.
Recordamos la Cumbre Mundial de la Alimentación en 1996 en Roma, pues Cuba fue protagonista activa en todo aquel proceso, cuando lideres de 185 países acordaron el pálido y modesto objetivo de reducir hacia 2015, la cifra de hambrientos a la mitad - a menos de 420 millones de personas. (El número de subnutridos en aquel año era igual a 840 millones). Luego en el 2000, la Cumbre del Milenio ratificó esta decisión, convirtiendo el Objetivo 1: Erradicar la pobreza extrema y el hambre, en uno de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
Nos enfrentamos a promesas incumplidas, mientras el reloj avanza y el mundo continúa a un ritmo tal, que los resultados de este Objetivo 1 no causarán asombro ni escándalo, cuando se constate en Septiembre, en una Sesión Especial de los ODM en Nueva York, que ni remotamente esa pálida y modesta cifra, la comunidad internacional fue capaz de resolver…
Por todo lo expresado es oportuno adherirnos a este llamado que hace FAO, con quien nuestro país ha tenido siempre estrechas relaciones. ¡Cuantas veces soñé al salir de las largas sesiones y discusiones en esos predios en Roma, en la necesidad de unir voluntades ante la urgencia de aquellos acuerdos aprobados por consenso!
El lema de este año del Día Mundial de la Alimentación, el próximo 16 de octubre es “Unidos contra el Hambre” Invito entonces, a hacer de todos, la petición de “Poner Fin al hambre en el mundo”. Este proyecto ha utilizado como ícono un silbato amarillo, para romperle el tímpano a aquellos que no quieran oír…. de que hay mil millones de hambrientos en el mundo y mil millones de razones para estar enfurecidos y no seguir soportándolo.
(*) Profesor de Mérito de la Universidad de La Habana; Embajador de Cuba ante la FAO (1988-2002)
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