viernes, 4 de febrero de 2011

Oxfam pide detener el incremento del precio de los alimentos

Ha superado el nivel registrado durante la crisis alimentaria mundial entre los años 2007 y 2008

Oxfam ha pedido detener la subida del precio de los alimentos, que "provoca el hambre de millones de personas". La ONG realiza este llamamiento después de anunciar la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la agricultura y la alimentación) que los precios mundiales de los alimentos alcanzaron un nuevo máximo histórico en enero. Estos precios han superado los niveles registrados durante la crisis alimentaria mundial entre los años 2007 y 2008, "cuando el número de personas hambrientas en el mundo llegó a los mil millones", señala la organización humanitaria.

Naciones Unidas ha explicado que esta situación es particularmente preocupante para los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos, pues "pueden tener dificultades para financiar sus importaciones". Además, las familias pobres son las más perjudicadas, ya que gastan un porcentaje muy elevado de sus ingresos en comida.

El único factor alentador, ha destacado la FAO, es que en algunas naciones, debido a las buenas cosechas, los precios domésticos de algunos alimentos básicos son menores que los del mercado internacional. A este respecto, el portavoz de Intermón Oxfam, Gonzalo Fanjul, ha dicho que las buenas cosechas compensan las cosas, pero si los precios se mantienen altos, "será solo cuestión de meses que los más pobres del mundo se vean afectados por otra crisis de precios de los alimentos básicos, por ello, Los gobiernos deben actuar ahora y hacerlo juntos para detener esta situación".

Fanjul considera que el Comité de Seguridad Alimentaria, el organismo mundial responsable de la lucha contra el hambre, debe establecer un grupo de trabajo con los gobernantes de los países ricos y pobres para desarrollar un plan de respuesta de emergencia en junio. Este plan "debería permitir compartir información sobre las reservas de alimentos, coordinar las políticas comerciales y regular los mercados de alimentos básicos", ha indicado. A más largo plazo deberían abordar las causas subyacentes de la volatilidad de los precios, incluido el abandono que sufren los agricultores pobres y la falta de redes de seguridad social para los consumidores pobres, ha añadido.

La gente pobre en los países en desarrollo gasta hasta un 80% de sus ingresos en alimentación. Para ellos, el hecho de que aumenten los precios de los alimentos "les obliga a vender sus tierras o a sacrificar la educación de sus hijos para que puedan poner un plato de comida en la mesa", ha alertado Fanjul.

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