Un 10 % de los israelíes sufrieron de mala alimentación en el último año, según un amplio estudio realizado por el Instituto Nacional de Seguros, donde se entrevistaron alrededor de 5.000 familias que constituyen una muestra representativa de la población.
El estudio destacó que dos de cada 100 israelíes sufren de hambre.
Estas cifras preocupantes, que serán presentados hoy en un panel de la Fraternidad Internacional de Cristianos y Judíos durante la Conferencia de Asuntos Sociales de Israel, coinciden con los datos presentados en el Informe sobre la Pobreza 2010.
Según los resultados: una de cada cinco familias vive por debajo del umbral de la pobreza en Israel. Nueve por ciento de los israelíes dicen que a veces no tienen suficiente comida, mientras que el 4 por ciento dice que a menudo no tiene suficiente comida.
Alrededor de un tercio de la población se vio obligada a abandonar el consumo de alimentos en los últimos meses con el fin de comprar otros productos y materias primas.
Además, alrededor del 23 por ciento de los encuestados tenían familiares o amigos que los ayuden a obtener alimentos durante al menos un mes de este año.
En cuanto a la calidad y la cantidad de comida en cada hogar, el 28 por ciento admite que no siempre tienen el tipo de alimentos que desean.
Los investigadores Alexander Fruman, Endelberd Miri y el subdirector general de la Instituto Nacional de Seguros en el área de Administración de Investigación y Planificación, el doctor Daniel Gottlieb, aseguran que una solución preferible para las personas pobres que padecen mala alimentación es fomentar el empleo en condiciones justas. Sin embargo, no todo el mundo puede trabajar.
En ese caso, los investigadores sugieren que se proporcione ayuda financiera a estas personas, así como a aquellos que ganan un salario que no coincide con las necesidades de sus familias (familias numerosas) a través de un subsidio de subsistencia: apoyo a los ingresos, manutención infantil, o facilitar las condiciones de pensión de invalidez.
Los investigadores señalan que los subsidios de vida se han reducido desde el año 2000, alegando que el gobierno opta por centrarse en ayudar a las organizaciones de los alimentos.
Según Gottlieb,"La inseguridad alimentaria se define como la incapacidad para comer lo que se quiera, cuando se quiera".
Añadió que Israel tiene el mayor nivel de desigualdad y pobreza en el mundo occidental. "Es un hecho que hay personas que pasan hambre en Israel y no podemos negarlo", dijo.
La organización de ayuda humanitaria Latet emitió la siguiente declaración en respuesta al informe: "Estas cifras confirman la grave situación en Israel. El hecho de que una cuarta parte de la población israelí esté en peligro amenaza el futuro tanto como la amenaza iraní”.
"Exigimos que (el primer ministro Benjamin) Netanyahu y Steinitz (el ministro de Finanzas) abandonen sus posturas neo-capitalistas y lleguen a un plan nacional para reducir las brechas de pobreza y exclusión social".
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